El sol como cosmético ecológico

¡Qué calor! Parece ser la frase de la semana.

Bueno, hablo del Centro de la península, en el Norte, donde todavía caen chuzos de punta no debéis de estar muy de acuerdo. Pero los que ya marinamos a casi 40º durante el día, sin bajar de 22º en toda la noche, ya nos estamos quejando. ¡Pero bueno! ¡Si hace dos días nos quejábamos del frío!

Los humanos somos animales diurnos, estamos programados para estar al aire libre en las horas de luz solar. A efectos de salud, esto se traduce de la siguiente manera: la luz solar contribuye al aumento de nuestros niveles de serotonina, un neurotransmisor directamente relacionado con nuestro estado de ánimo.

Este invierno ha sido muy largo, y los españoles estábamos tristes -tenemos muchos motivos para estarlo en este nefasto 2013, no necesitábamos otro más-.

Vale.

Pero ¿ahora vamos a seguir estándolo, con el pretexto de que hace calor? ¡No me da la gana! Así que dejemos ya atrás el quejío y disfrutemos un poco de lo bueno que nos puede aportar el astro rey.

Eso sí, siempre con buena protección, hidratándonos muy bien desde dentro (que bebáis agua, vaya) y evitando las horas de máxima exposición.

Y para después, una recomendación: el aceite suave BIO de MATARRANIA, que nutre y regenera la piel y la repara si, a pesar de todos los consejos leídos aquí y allá, nos hemos pasado un poquito con el tiempo de exposición.

Así que lo mejor que podemos hacer en este preciso instante es dejar de leer este blog (por interesante que sea), y salir a sentir el sol con alegría, agradeciéndole su presencia, recordando por un instante que sin él, no habría vida posible en nuestra Tierra.

¡Arriba esa serotonina!