¿Qué es la agricultura ecológica?
La agricultura ecológica es una forma de trabajar la tierra para obtener alimentos que se basa en los recursos naturales para mantener y potenciar la fertilidad del suelo y para combatir las plagas de los cultivos. Entiende la tierra como un ecosistema, vela por el mantenimiento de su calidad y minimiza el impacto ambiental sobre recursos, como agua o energía.
También se la denomina agricultura orgánica o biológica y hay varias formas de practicarla: biodinámica, Fukuoka, sinérgica, regenerativa, permacultura… siempre desde el respeto a la tierra.
¿Por qué es mejor consumir productos ecológicos?
De la agricultura ecológica se obtienen alimentos más naturales, sanos y nutritivos.
En su producción se ha respetado el medio ambiente y la justicia social.
Estos son algunos de los beneficios para el medio ambiente de la agricultura ecológica frente a la convencional:
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Fertiliza la tierra y evita la pérdida de suelo fértil y la consecuente desertificación.
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Vela por la calidad de las aguas subterráneas y no contamina los acuíferos.
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Fomenta la biodiversidad, no solo por la variedad de las especies cultivadas, sino por el respeto a los distintos hábitats de un terreno de cultivo. Mantener setos, arbustos, grupos de árboles entre parcelas… favorece la presencia de depredadores naturales de plagas del cultivo, además de otra fauna silvestre que usa la diversidad como refugio o fuente de alimento.
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Favorece el equilibrio ecológico a través de prácticas agrarias como las rotaciones de cultivos, las asociaciones beneficiosas de plantas, los abonos verdes, los setos, la ganadería extensiva…
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Apoya iniciativas locales de trabajo de la tierra, dignifica al agricultor ya que el consumidor valora y agradece su trabajo y además recibe precios justos a su cosecha, mantiene vivos los pueblos, reparte la riqueza…
Sembrando caléndula en ecológico
Certificación ecológica
Cuando decidimos consumir alimentos de origen ecológico colaboramos en la conservación del medio ambiente y evitamos la contaminación de la tierra, el agua y el aire.
Si los alimentos ecológicos están certificados significa que están regulados por una normativa europea, el Reglamento Europeo 834/2007, y que está controlada por un organismo externo de control, como los comités de agricultura ecológica de cada Comunidad Autónoma. Así, todos los agentes que intervienen en la cadena agroalimentaria están sujetos al control e inspección de las materias primas utilizadas, el proceso de elaboración, el envasado, el etiquetado, etc... que velan por el cumplimiento de la normativa. Ya os hemos contando anteriormente cómo son en MATARRANIA las inspecciones del CAAE (Comité Aragonés de Agricultura Ecológica) y de la SOIL, las dos entidades que certifican nuestra cosmética bio.
Plantación de hipérico con malla anti-hierba
Son nutritivos y saludables
Los productos ecológicos son más saludables ya que no contienen residuos procedentes de pesticidas, insecticidas, antibióticos, fertilizantes sintéticos, aditivos y conservantes, muchos de ellos utilizados en la agricultura convencional.
Los alimentos procedentes de la agricultura ecológica son asimilados por el organismo sin alterar las funciones metabólicas y contienen unos niveles más altos de vitaminas –especialmente la C–, minerales esenciales –calcio, magnesio, hierro, cromo…–, antioxidantes… ya que crecen en suelos más equilibrados y fertilizados de forma natural.
Además, conservan el sabor tradicional de los alimentos ya que han sido elaborados a pequeña escala, de forma más artesanal y cuidadosa, y se conservan mejor que los convencionales.
No contienen OMG, promueven la biodiversidad y la soberanía alimentaria
En la agricultura ecológica no se permiten usar semillas o plantas que hayan sido genéticamente modificadas (llamados OGM). Aún no hay estudios suficientes que demuestren la seguridad para la salud de las personas y para el medio ambiente, por lo que partiendo del principio de precaución, debemos evitar utilizarlos.
Además, la agricultura practicada con OMG conduce hacia la uniformidad genética, la pérdida de biodiversidad y el dominio de las semillas por unas cuantas empresas multinacionales. Para la soberanía alimentaria, cada pueblo y sociedad debe poder escoger con qué alimentos se nutre, y sin duda, las variedades locales son las mejor adaptadas a cada territorio, con sus características especiales de suelo y clima.
En ese sentido, la agricultura ecológica pretende conservar e impulsar la variedad genética de las especies y promueve el uso y recuperación de variedades autóctonas.
Bancos de cultivo de nuestra huerta ecológica en FLORA
Los cultivos ecológicos de MATARRANIA
En MATARRANIA contamos con 200 hectáreas de tierras certificadas ecológicas, ubicadas a las afueras de Peñarroya de Tastavins. En ellas, hemos dispuesto 2.000 metros cuadrados para el cultivo ecológico de hipérico y caléndula. El hipérico fue el cultivo más reciente, y ha costado algunos años dar con la clave del éxito. Contamos la experiencia hace un tiempo en este post del blog.
Aparte, contamos con una pequeña huerta ecológica en las instalaciones de FLORA, el nuevo proyecto que inauguramos en la primavera de 2019. Esta huerta está distribuida en bancos de cultivo y trabajada con criterios de permacultura y agricultura ecológica.
En ella cultivamos alimentos básicos de cada temporada que disfrutamos luego entre equipo y vecinos, y mostramos a los visitantes cómo hacer un huerto ecológico sin tener en cuenta el espacio, sino la calidad de tierra y semillas. Una bella actividad que recomendamos tanto por ser respetuosa con el medio ambiente como por ser un modo de conectar con la tierra y disfrutar de verdaderos productos naturales.