Nunca me he dado cremas, no las necesito, ¿o sí?
Durante años parecía que solo las mujeres tenían que cuidar su cutis para estar más jóvenes y más guapas... La industria se olvidó de que lo que necesitamos es estar sanos (piel, cuerpo y mente) y que el autocuidado facial y corporal son necesarios, primeramente, por nuestra salud. Si eres de los que todavía cree que “las cremas no son para ti", te animamos a seguir leyendo...
Por qué tengo que cuidar mi piel
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, ocupa casi 2 m2. Nos protege del frío y del calor, de las bacterias, se repara y se regenera a sí misma, se eriza, pica, duele, suda, sangra, se estira y se enrojece cuando sentimos vergüenza. Tantísimas cosas nos da un órgano al que le solemos prestar menos atención de la que merece.
Todavía hay muchas personas que piensan que cuidar la piel solo sirve para evitar arrugas y parecer más joven. Nada más lejos de la realidad, cuidar nuestra piel debe ser una prioridad por nuestra salud. Este órgano es tan maravilloso y autosuficiente y nos pide tan poco que nos olvidamos de él y creemos que no necesita tanta atención, pero el estado de nuestra piel es un claro reflejo de nuestra salud exterior e interior.
Entonces, ¿por qué cuidar mi piel? Por SALUD, así, en mayúsculas. No podemos permitirnos el lujo de no limpiar, hidratar y proteger nuestra piel. Es la única manera de ayudar a que siga cumpliendo todas sus funciones tan eficientemente como siempre. Es la forma que tenemos de evitar enfermedades tan típicas y molestas como los eccemas, el acné, la urticaria e incluso el cáncer de piel o melanomas.
Qué hacer para tener una piel sana
Empecemos sentando unas bases claras: los productos cosméticos son buenos y necesarios, pero no todos son imprescindibles. Ácido hialurónico, retinol, vitamina C, ácido glicólico y una larga lista de otros componentes que se supone que nos ayudan a tener una piel más joven. Pero, ¿también más sana? Algunos ayudan a conseguir muchos objetivos de belleza pero no son indispensables para mantener una piel saludable. A continuación, una rutina de básicos para empezar a cuidar la piel sin tóxicos con MATARRANIA: como mínimo, limpia e hidrata.
-
Limpieza. No son solo los puntos negros o la deshidratación lo que vas a evitar con la limpieza, una piel limpia es la mejor manera de mantener un cutis saludable y libre de infecciones. Es imprescindible eliminar la suciedad y polvo del ambiente que se enquista en nuestros poros y los tapona. Si no sabes qué tipo de jabón o limpiador puede ir mejor a tu tipo de piel te recomendamos que empieces por una Mousse de Jabón Neutro Bío, apta para todo tipo de pieles.
-
Hidratación. Los productos hidratantes ayudan a lubricar la piel y a mantenerla más “fuerte” contra los agentes externos como el frío, el viento o el calor. Será más difícil que tu piel sufra y también se recuperará más fácilmente. Por ejemplo, una opción pensada específicamente para pieles masculinas es la Hidratante Nutritiva Hombre 100% Bío. Para mujeres, proponemos la Hidratante Nutritiva Piel Mixta 100% Bío o la Hidratante Nutritiva Piel Seca 100% Bío. Si con tanto producto te haces un lío y no sabes cuál puede ser para ti, pregúntanos, estamos disponibles para guiarte en tu elección.
La belleza es patrimonio de todos y todas, y esa belleza se transmite desde la salud, la felicidad y la estima personal.
Puede que tengas la suerte de tener una genética maravillosa y que pienses que no necesitas hacer nada para que siga así, pero como decían nuestras abuelas “cuando uno es joven piensa que va a ser joven para siempre”.
Es decir, que aunque ahora creas que tu piel está perfectamente debes cuidarla muy bien para que siga así. Ojalá te hayamos convencido para que empieces una rutina básica de cuidados de tu piel, ojalá te hayamos convencido de que cuidar tu piel es cuidar tu salud.