El desodorante más saludable: sin alcohol, sin aluminio, sin bicarbonato
Un desodorante seguro y saludable debería dejar transpirar la piel sin taponarla y no alterar el pH para mantener las bacterias a raya. Por ello, defendemos la formulación de desodorantes sin aluminio, sin agentes antitranspirantes y sin bicarbonato. Y resaltamos la ausencia de esos elementos ya que son muy habituales en las fórmulas desodorantes, pero en nuestra cosmética han sido descartados por cuestiones de salud y de sensibilidad de la piel.
El sudor no es malo
Antes de comenzar a hablar sobre ingredientes habituales, es importante aclarar algunos conceptos como qué es realmente el sudor, qué es un desodorante y qué es un antitranspirante.
El sudor es un líquido secretado por las glándulas sudoríparas para regular la temperatura corporal, un método de refrigeración ya que su evaporación desde la piel reduce la temperatura. Este sistema se conoce como transpiración, y se inicia como respuesta física cuando sube la temperatura corporal, ya sea por calor ambiental, ejercicio físico intenso, o bien por ansiedad, excitación o miedo. También puede haber sudoración con el consumo de alimentos picantes, alcohol, cafeína o algunos fármacos.
En todos esos casos, el sudor es una respuesta corporal, y no es malo, ya que ayuda a eliminar toxinas del organismo. Pero hay casos en los que se produce una sudoración excesiva, llamada hiperhidrosis, que no cumple ninguna función fisiológica y es provocada por un trastorno del sistema nervioso, sin ninguna razón aparente.
¿Desodorante o antitranspirante?
El sudor es un líquido transparente que, en realidad, no huele a nada. Pero al combinarse con las bacterias de la piel de la axila y el sebo, provocan sustancias de olor fuerte. Es ahí donde entran en juego los agentes desodorantes, que evitan la proliferación de bacterias y por tanto el mal olor, pero no actúan sobre la producción del sudor.
Por otro lado, hay otro tipo de producto que sí actúa directamente sobre la producción del sudor, bloqueando la transpiración. Se trata de los antitranspirantes, cuya función principal no es desodorizar, es decir, eliminar el olor, sino evitar la transpiración. De esta forma, no obstante, se evita la creación de bacterias y por tanto el mal olor.
En Matarrania hemos optado por elaborar un desodorante sin agentes antitranspirantes, con el fin de que la piel transpire libremente, elimine toxinas y no genere obstrucción de ningún tipo, ni de poros ni de sustancias que nuestro cuerpo desea eliminar. Si no existe una sudoración excesiva, consideramos que es mejor dejar al cuerpo cumplir con sus funciones de forma natural.
¿El aluminio en desodorantes es seguro?
Llegamos al punto de hablar, pues, de antitranspirantes y de aluminio. Los agentes antitranspirantes habituales en desodorantes son sales de aluminio. El aluminio es un elemento común en la tierra, lo encontramos de forma natural en el suelo, agua y en muchos alimentos. En los desodorantes lo podemos encontrar como Aluminium chlorohydrate, el más frecuente, o Aluminium zirconium octachlorohydrate/trichlorohydrate, y suele aparecer en las primeras posiciones del INCI.
No hay un estudio oficial aprobado por las entidades sanitarias que pruebe al 100% la malignidad del aluminio, porque si no claramente estaría prohibido su uso en cosmética. Pero es objeto de investigación en numerosos estudios científicos desde los años 80, en los que se analiza su relación con el Alzheimer, el cáncer de mama y la alteración del sistema endocrino, es decir, que es capaz de producir desequilibrios hormonales.
¿Has oído hablar alguna vez de los disruptores endocrinos? El doctor Nicolás Olea, catedrático de Medicina en la Universidad de Granada y jefe del Departamento de Investigación de Radiología y Medicina Física, también de esta universidad, es uno de los mayores expertos del mundo en disruptores endocrinos. En 2019 publicó su primer libro 'Libérate de tóxicos' donde pone el foco en este tipo de elementos que consumimos diariamente de forma "invisible" y de qué forma tan dañina afectan a nuestra salud.
Según Olea los disruptores endocrinos son "sustancias químicas ajenas al organismo que una vez dentro del mismo modifican los niveles hormonales". Los disruptores endocrinos, como puede ser el aluminio de los desodorantes, tienen un efecto acumulativo y tóxico.
Por ese motivo, el aluminio no forma parte de nuestra fórmula, pero además le sumamos que una concentración muy alta de aluminio puede ser muy irritante para la piel, y en nuestra cosmética siempre buscamos productos suaves y respetuosos con la piel, el organismo y el medio ambiente.
Y el bicarbonato, ¿también es malo para el organismo?
El bicarbonato es también una sal que encontramos como mineral en la naturaleza, aunque también se puede producir artificialmente. El más común es el bicarbonato de sodio, y en las fórmulas desodorantes cumple una importante función bactericida, ya que altera el pH de las axilas, procurando un ambiente hostil para las bacterias. Por tanto es muy eficaz para evitar el mal olor.
De por sí, el bicarbonato no es perjudicial para el organismo ni para el medio ambiente, por lo que es un ingrediente muy utilizado en desodorantes naturales y ecológicos. Pero, precisamente por esa alteración del pH que resulta tan eficaz, puede ser abrasivo en pieles muy delicadas, causando irritación, rojeces, picor e incluso eccemas.
Por tanto, a la hora de apostar por una fórmula desodorante, optamos por no usar bicarbonato y así poder ofrecer un producto apto para todas las pieles, incluidas las más sensibles, y también apto para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, tanto por su seguridad como por su suavidad.
¿Qué nos ofrece el Desodorante en crema BIO de MATARRANIA?
Ante todo, el Desodorante en crema BIO de MATARRANIA es una fórmula suave y respetuosa, tanto con la salud como con la piel y el medio ambiente. Su textura es cremosa y fácil de extender, y su aroma es claramente mediterráneo y silvestre. Al no llevar bicarbonato ejerce una acción suave, apta para sudoración leve o media.
Está compuesto por aceites vegetales de primera presión en frío y certificados ecológicos, que nutren y suavizan la piel, además de almidón de maíz y caolín, excelentes astringentes que absorben la humedad y combaten los olores. El toque aromático lo ponen los aceites esenciales de tomillo y limón, también con propiedades antisépticas, antibacterianas y fungicidas.
Como hemos explicado, no contiene bicarbonato, aluminio ni ningún otro agente antitranspirante, y se presenta en envase de cristal con tapa de aluminio. Es, por todo, el desodorante perfecto para encajar en la filosofía y carácter de la cosmética bio de Matarrania.