Conociendo a... Biela y Tierra
Biela y Tierra es un proyecto apasionante que nos complace mucho compartir con vosotros. Sus creadoras, Edurne y Ana, son paisanas aragonesas amantes de la bicicleta y la naturaleza, y firmes defensoras del mundo rural. Han decidido subirse a una bicicleta y recorrer el Norte de España en busca de proyectos sostenibles que dar a conocer, y nos invitan a seguirlas en su camino para descubrir que otra forma de consumo y de producción es posible. Una más sostenible, justo y respetuosa con el medio ambiente. Toda una aventura que no nos perderíamos por nada, por lo interesantes que serán sus visitas y por todo lo que nos contarán durante el recorrido.
MATARRANIA (M): ¿Cuál es el objetivo de Biela y Tierra?
BIELA Y TIERRA (BYT): El objetivo principal de Biela y Tierra es mostrar que el mundo rural está vivo, que hay muchas personas trabajando y creando con mucha dedicación alternativas reales frente a un modelo de producción y consumo totalmente insostenible.
Escogimos el subtítulo “El alimento como motor de cambio” porque el alimento es central en la vida de las personas, de las familias, de los territorios y de las culturas. Poner en el centro la importancia de conocer y valorar de dónde proviene aquello de lo que nos alimentamos, quién lo ha producido, con qué recursos, qué impacto ambiental ha tenido, qué repercusiones tiene en los territorios, quién se beneficia y a quien perjudica. ¿Cómo puede ser que un garbanzo para llegar a nuestro plato recorra de media 7.500 km? ¿Cómo puede ser que en 2019 1.000 millones de personas en el mundo pasen hambre y 2.000 millones tengan problemas de salud como diabetes y sobrepeso? Y a su vez se desperdicie 1/3 de los alimentos producidos. ¿Podemos seguir soportando el ritmo de desaparición de biodiversidad agrícola que en los últimos 100 años se ha reducido en un 75%? Toda esta locura es síntoma claro de que el sistema agroalimentario globalizado actual nos conduce al abismo.
Queríamos trasladar nuestra preocupación por la situación desde una perspectiva que muestre las alternativas y soluciones reales que están en nuestras manos para cambiar de rumbo, y hacerlo de la mano (más bien de las palabras y la voz) de las personas y lugares protagonistas. Y hacerlo viajando en bicicleta, con el medio de transporte más eficiente que existe, a un ritmo pausado que nos permita sumergirnos en el paisaje.
M: ¿Cómo surgió esta iniciativa y este nombre?
BYT: El proyecto en realidad ha ido construyéndose y cambiando de forma. Ha pasado de unas vacaciones en bici de dos amigas conociendo “algunos proyectos muy interesantes de los que nos habían hablado” a ser una propuesta centrada en la comunicación, un viaje como excusa para contar y dar voz a tantos proyectos vivos y necesarios que bullen en el entorno rural.
Yo, Edurne, un día hablando con Ana le comenté mi idea de hacer un parón y tomarme un tiempo para recorrer en bici y visitar proyectos agroecológicos.
Yo, Ana, era una idea que ya tenía rondado en la cabeza y coincidiendo con un periodo libre decidí unirme a esas vacaciones.
Al contarles la idea a Sole y Cristina, de LaDársena Estudio de Comunicación, también amigas, estas lo vieron claro: "Chicas esta idea es muy potente. Si os vais en bici tenéis que contarlo, y por supuesto podéis contar con nosotras”. Y así empezó Biela y Tierra.
El nombre, por otra parte, unifica la bicicleta y el territorio, y hace un guiño a nuestro colectivo ciclista feminista de Zaragoza, Las Bielas Salvajes.
M: Pusisteis en marcha un original sistema de financiación, ¿cómo fue el proceso?
BYT: Cuando lanzamos el vídeo mucha gente nos preguntaba cómo podía colaborar. Nosotras no teníamos pensado lanzar un Crowfunding porque pensábamos que administraciones públicas, fundaciones o empresas podrían apoyar económicamente el proyecto por su interés. Ante el interés de la gente preparamos una lista de materiales que necesitábamos, por si había personas que tenían y no los usaba nos los cediera para el proyecto. La reutilización de materiales es una pata de nuestra propuesta. ¡Estamos encantadas de todas las cosas que nos han ido llegando! Recursos reutilizados, el planeta gana y nosotras nos llevamos un poco de esas personas para nuestra aventura.
Finalmente lanzamos el Crowfunding en la plataforma goteo.org porque la búsqueda de fondos se complicó y ¡la respuesta ha sido increíble! 232 personas han participado y hemos preparado para todas ellas unas recompensas con mucho cariño. Es impresionante recibir el apoyo de tantísima gente, nos hace pensar que somos muchas personas pensando ya de esta manera.
Durante la ruta nos pueden seguir apoyando siguiéndonos en la redes, difundiendo y hablando de Biela y Tierra con sus familiares y amistades. Pero sobre todo, y por lo que este proyecto tiene sentido, dando valor y consumiendo productos de su territorio, conociendo a las personas que producen, apoyando y colaborando en las iniciativas que ofrecen alternativas de consumo consciente y transformador. Valorando y queriendo nuestra herencia cultural ligada al medio rural.
M: ¿Cómo habéis planteado las jornadas en ruta? ¿Cómo es vuestro día a día?
BYT: El recorrido empezó el 1 de junio y finalizaremos antes del 12 de octubre, así que serán 4 meses y medio. La mayor parte de días, pedaleamos un día hasta llegar al proyecto a visitar y descansamos el siguiente. El día de descanso lo utilizaremos para visitar la iniciativa, conocer a sus protagonistas y lo que están haciendo. Vamos con nuestras tiendas y hornillo a cuestas para ser lo más autónomas posible, pero ya son muchas las que nos han ofrecido alojamiento. Esperamos sobre todo poder compartir con las verdaderas protagonistas del proyecto, que son, sin dudarlo, las personas que trabajan y sostienen las iniciativas.
El tiempo que destinaremos a cada iniciativa va a ir variando en cada lugar y nos iremos adaptando según las circunstancias. Pese a que nosotras hemos hecho una planificación sobre papel muy organizada, después seguro que son mil los imprevistos que aparecen, desde las fiestas del pueblo, los trabajos en el campo… hasta algún problemilla de salud (seguro que leve…). Así que conscientes de ello tenemos muy claro que la flexibilidad y adaptación a las circunstancias ha de ser uno de nuestros puntos fuertes.
M: ¿Por qué decidisteis hacer esta ruta en bici?
BYT: Para nosotras es muy importante la presencia de la bicicleta. Nos desplazamos habitualmente en este medio de transporte y nos parece una muy poderosa herramienta de transformación. En la bicicleta circulamos en contacto con el entorno, no como en el coche que vas como dentro de algo que te separa de él. Y además, nos movemos con nuestra propia energía, sin generar ningún tipo de emisiones contaminantes.
Quien prueba el cicloturismo se suele enganchar, pero la bici para nosotras va mucho más lejos, es una herramienta diaria de transformación social y es siempre nuestra primera opción de desplazamiento. Es una máquina perfecta.
M: ¿Por qué el Norte de España para vuestra ruta?
BYT: No había muchas opciones, como estamos haciendo esta ruta en los meses de más calor del año, decidimos que la ruta sería por el norte del territorio español para alejarnos de las elevadas temperaturas del sur, aunque seguro habrá tramos por Castilla donde tendremos muchísimo calor y habrá que pedalear siempre a primeras horas del día.
M: ¿Qué supone este proyecto para vosotras?
BYT: Para nosotras este proyecto materializa muchísimas cosas que consideramos de vital importancia, las hemos ido mencionando en la entrevista. Pero para resumir un poco con Biela y Tierra pretendemos, en primera persona, ser parte de las soluciones para resolver los retos a los que nos enfrentamos como sociedad.
M: ¿Qué creéis que podemos hacer cada uno, desde su diferente posición, para hacer nuestro entorno más sostenible?
BYT: Uy, ¡muchísimas cosas! Por mencionar algunas, con Biela y Tierra querríamos animar a la gente y concienciarla en varias direcciones:
- Conocer qué estamos comiendo, quién y dónde se ha producido, dónde lo hemos comprado, cómo ha llegado a nuestro plato, qué impacto ambiental, social y económico se esconde detrás… es esencial para actuar.
- Consumir productos locales, de temporada y de proximidad. Apostar por la producción ecológica que conserva y recupera la fertilidad de la tierra y fomenta la biodiversidad. Comprar siempre que se pueda en mercados locales y de productores. Conocer quién lo ha producido, preguntar siempre a quien nos atiende sobre el origen… Apostar por el pequeño comercio de nuestros barrios. Rechazar los productos ultraprocesados o sobreempaquetados.
- Participar o apoyar a colectivos y organizaciones de consumidores que apuestan por otro modelo de producción, distribución y consumo reduciendo los canales de comercialización.
- Rechazar productos de grandes multinacionales que basan sus curvas de beneficios en la explotación de los recursos naturales de nuestro planeta, en el dolor y sufrimiento de la personas y externalizan los costes ambientales para que los paguemos entre todas la personas.
- Pagar un precio justo a los productores, valorando el enorme esfuerzo que supone producir alimentos que nos nutran y nos alimenten y a su vez protejan la vida en el planeta.
- Reducir el consumo de proteínas de origen animal y sustituirlas por legumbres que nos alimentan y permiten la fertilidad de la Tierra. Consumir y apoyar la ganadería extensiva base para mantener vivo el territorio rural, profundamente ligada a la historia y herencia cultural de nuestros territorios.
- Respetar el acto de alimentarnos y ponerlo de nuevo en el centro de nuestra vida familiar. Recuperar las recetas tradicionales de cuchara con ingredientes del territorio y de temporada. Darnos tiempo para cocinar y disfrutar de lo cocinado… porque nuestra vida y el planeta necesitan que los ritmos vuelvan a ser más acordes con la naturaleza.
- Pensar en los habitantes del sur, y en las condiciones de vida que les impone el mercado globalizado. Rechazar aquellos productos que vienen de la explotación. Consumir productos de Comercio Justo que provengan de pequeños productores que nos asegurara que quien produce lo hace en condiciones dignas y los beneficios revierten en la comunidad.
Por mencionar algunas… en resumen es poner atención a las consecuencias que tienen nuestros actos al consumir. Empezamos por el alimento, porque es muy evidente, pero podríamos aplicarlo a muchos otros aspectos de la vida.
M: Aunque las caras visibles sois vosotras, detrás tenéis a otras personas que os ayudan. ¿Quién es vuestro equipo de apoyo?
BYT: Bueno, nada de esto sería posible, en primer lugar, sin todas las personas que han creído y confiado en nosotras y nuestra idea. Las que han puesto dinero en el crowdfunding, sí, pero también todas las que nos siguen y comparten nuestros contenidos y los espacios donde se les da voz. La comunidad de Biela y Tierra es la que le da sentido a todo.
Nos acompañan Cris y Sole, de LaDársena, que nos ayudan a dar forma y generar los materiales necesarios, y también fue muy importante el soporte de Carlos Naya que hizo el vídeo de lanzamiento, con música de El Naán. Si empezamos a dar nombres, no terminamos nunca.
El equipo de Biela y Tierra es enorme, estamos nosotras, sí, pero está también el trabajo de las más de 100 iniciativas que vamos a visitar y de todas las personas y entidades que nos han acompañado hasta aquí, y las plataformas que nos ayudáis a difundirlo.
Podeis seguir el proyecto Biela y Tierra en sus redes sociales Facebook, Instagram y Youtube.