Cómo reducir el plástico en el cuarto de baño
En MATARRANIA creemos que es posible optar por una vida en la que la presencia del plástico sea mínima. Es una transición que hacer poco a poco, como ya hemos comentado en algunas otras ocasiones, de forma pausada y consciente, comprendiendo que la sostenibilidad no es solo evitar el plástico, sino que primero pasa por evitar consumir lo que no necesitamos, con el fin de reducir el gasto de recursos y aprovecharlos al máximo, siguiendo la regla de las 3R: reducir, reutilizar, reciclar.
Por ejemplo, si tienes un producto de plástico al que aún le queda mucha vida, será mucho más sostenible que lo sigas usando mientras te sirva a que lo reemplaces antes de tiempo por el mismo producto en otros materiales simplemente por eliminar plásticos en tu casa.
El producto más sostenible es aquel que ya ha sido fabricado.
¿Por qué es necesario reducir el consumo plástico?
El plástico está presente en muchos más elementos de lo que pensamos. Es un material barato, resistente y fácil de producir, por lo que en las últimas décadas se ha puesto a la cabeza en las cadenas de producción de todo tipo de productos. Está presente en la conservación y preparación de alimentos, en los utensilios de cocina, en los del baño, en los tejidos, en material escolar y juguetes, en la decoración y ordenación del hogar, en los elementos de usar y tirar, en los detergentes, en los cosméticos, ¡incluso dentro de los cosméticos! Muchas fórmulas de pastas de dientes, exfoliantes o geles contienen micropartículas plásticas altamente contaminantes, como vimos hace tiempo en el blog.
El problema del plástico no está realmente en su uso, sino en el momento de deshacernos de él. Es un material tan resistente que es prácticamente indestructible. Más del 90% del plástico que desechamos no es reciclable, y si lo es no siempre finaliza su proceso de reciclaje porque es tal el volumen plástico que se desecha cada día que no se puede hacer frente a ello.
Un cuarto de baño sin plástico
Al igual que la cocina, el baño es un lugar plagado de elementos plásticos, seguro que muchos más de los que imaginas en un principio, antes de ponerte a enumerar. Eso puede ser una gran motivación para emprender la tarea, dado que es fácil ‘atacar’ e ir sustituyendo poco a poco los elementos, pero también puede suponer una frustración por tener la sensación de no conseguirlo nunca.
Volvemos al mismo pensamiento de antes: la sostenibilidad no es solo el reciclaje y evitar plástico a toda costa, se trata de cambiar nuestra forma de consumo y reducir en la medida de lo posible la cantidad de productos que consumimos, y si estos no contienen plástico mejor que mejor. Por eso, es interesante hacer un estudio previo de nuestro baño, analizar qué elementos son los más fáciles de sustituir y los que tendremos que reponer antes. Por ahí debemos empezar. Os indicamos algunas ideas:
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Cepillos de dientes - Por higiene, es un producto que debemos reemplazar periódicamente, pero ya que lo hacemos podemos optar por cepillos de materiales reciclables, como el bambú.
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Esponjas - Ocurre lo mismo, es un elemento a renovar cada cierto tiempo, pero la mayoría de las que venden en droguerías y supermercados están elaboradas con materiales plásticos. Las sustitutas perfectas son las esponjas vegetales, como la luffa.
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Compresas y tampones - Son una de las grandes fuentes de basura plástica, junto con los pañales. Las marcas tradicionales utilizan plástico tanto en los envoltorios como en la composición del producto. La alternativa es el uso de la copa menstrual y de compresas y salvaslip de tela.
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Cuchillas de afeitar - La gran mayoría están hechas con plástico, y al ser de usar y tirar se consume una gran cantidad a lo largo del año. Una cuchilla metálica permanente con recambio de hojas sería lo ideal.
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Bastoncillos - La imagen del caballito de mar enroscado a un bastoncillo de los oídos dio la vuelta al mundo, y realmente despertó muchas conciencias. Hoy en día muchos fabricantes han sustituido el plástico en estos elementos por materiales biodegradables. Aunque lo ideal sería limpiar el oído con agua y secar con toalla, como recomiendan todos los otorrinos, y, en su defecto, utilizar elementos como el orículi.
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Toallitas desechables - Ya sean de las que dicen ser eliminables por el WC o no, siempre es mejor evitarlas por el gran gasto que suponen, además de que realmente ninguna toallita es aconsejable desecharla por el WC. La tradición del bidé puede ser más nuestra que nunca, además de esponja y toalla de tela para secar. Y para quien no tenga bidé, hay unas duchetas muy asequibles que se instalan en el conducto del agua del WC.
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Envases de cosméticos - Este es el gran meollo de un baño. Prácticamente todos los cosméticos vienen en un envase plástico: geles, cremas, desodorantes, pastas de dientes, maquillaje, colonias, espumas… Aquí también podemos encontrarnos con la dualidad del fácil/difícil, dado que al ser productos que se reemplazan con mucha frecuencia es fácil optar por un envase más sostenible en nuestra próxima compra, como el cristal, acero o materiales biodegradables. Pero a veces puede resultar difícil renunciar a nuestro cosmético favorito o encontrarlo en otros materiales. Es simplemente cuestión de analizar alternativas y animarnos a probar.
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Productos sólidos - Podría verse como una moda la tendencia sólida, pero en realidad es lo más antiguo del mundo. Los jabones sólidos se han utilizado desde hace cientos de años, aunque ahora añadimos champús, acondicionadores, desodorantes, pastas de dientes…
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Exfoliante - Ojo con los exfoliantes porque, como comentábamos al inicio del post, algunos de ellos incorporan pequeñas partículas plásticas que corren por nuestras cañerías, se cuelan por los filtros de las alcantarillas y llegan a los océanos, siendo ingeridas por las especies marinas.
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Jaboneras - Imprescindibles para mantener los jabones sólidos en perfectas condiciones. Las hay de metal y de madera, en MATARRANIA ofrecemos la jabonera de madera natural, elaborada además en nuestro pueblo.
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Peines y cepillos - Estos elementos se cambian con menos frecuencia, y probablemente la mayoría los tenemos de plástico desde hace unos cuantos años, porque resistentes son un rato… Pero es aconsejable renovarlos cada cierto tiempo, y si es posible, mejor optar por materiales biodegradables.
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Higiene - Ya no solo se trata de los cepillos, también podemos analizar el uso de pastas y enjuagues bucales en envases plásticos, al igual que hilos y sedas dentales sintéticos y en su caja plástica. Actualmente hay envases sostenibles aunque tengan apariencia plástica, pero además los hay de cristal y aluminio. En la marca Mínima Organics, por ejemplo, podemos encontrar alternativas muy interesantes, como el primer dentífrico en polvo ecológico elaborado en España, iniciativa de una compañera del equipo de MATARRANIA..
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Accesorios de higiene: cortauñas, tijeras, pinzas de depilar, espejos, soportes, organizadores, dispensadores… En su gran mayoría contienen plástico, y todos tienen alternativas en otros materiales, principalmente en metal y cristal.
Baño zero waste
La práctica de reducción de plástico en el baño, y en general en nuestra vidas, es uno de los pasos iniciales al decidir llevar un estilo de vida más sostenible y responsable. El cúlmen es convertir el ‘sin plástico’ en un ‘sin residuos’. Son conceptos que muchas veces vienen mezclados, pero no son lo mismo. Hay muchos productos desechables que, aunque no contengan plástico, suponen un gran volumen de desechos fácilmente reducible.
El movimiento sin residuos o ‘zero waste’ (en inglés) tiene como objetivo el no generar ningún tipo de residuo con nuestro consumo. A través de técnicas como la reutilización y el compostaje, y con un gran estudio de nuestra forma de consumo, es posible reducir notablemente el nivel de residuos. El cero ‘zero waste’ es prácticamente imposible, pero el intentarlo ya es una batalla ganada, porque cada gramo de basura menos cuenta.
Y en el baño, precisamente, encontramos una gran fuente de elementos de usar y tirar que podemos ir sustituyendo por elementos más permanentes, al igual que vimos en la cocina. Algunos de ellos ya han sido mencionados en el listado de arriba, al contener habitualmente plástico: bastoncillos, cepillos de dientes, compresas, toallitas, cuchillas… Pero aún podemos añadir alguno más:
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Discos desmaquillantes - Hay alternativas de tela, discos reutilizables lavables de varios tejidos, sostenibles y respetuosos como el bambú o el algodón.
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Productos depilatorios - Este es un mundo para un post aparte, como han hecho las compañeras de Esturirafi, que nos indican en este post el ranking de sostenibilidad en depilación. En resumen, aparrte de la fotodepilación podemos optar por ceras ecológicas y biodegradables (como la depilación de azúcar), depilación con hilo o muelle, las bandas de fricción de cristal de silicio o las máquinas tradicionales de depilar.
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Papel higiénico - Aunque hay papel higiénico ecológico, el consumo de celulosa es muy alto. Como opciones encontramos las ya mencionadas: el tradicional bidé y la moderna ducheta, en caso de que no lo tengas.
Y ya como total giro de tuerca, pero totalmente comprensible, hablemos del agua. No es un elemento plástico ni de usar y tirar. Pero el agua es un bien preciado cuyo uso deberíamos controlar mejor. Probablemente en todas las casa sufrimos la misma situación: unos instantes de espera hasta que llega el agua caliente a la ducha. Pues bien, es una fantástica opción el recoger esos litros de agua en un bidón y poder utilizarlos luego para lavar la vajilla, regar las plantas o limpiar la casa. Hoy lo mencionamos al estar diseñando un cuarto de baño más sostenible, pero el tema del consumo de agua también da para un post por sí mismo que algún día podremos tratar.
Apostamos por el minimalismo y el mínimo residuo
Como proyecto sostenible y firmemente comprometido con el entorno, MATARRANIA apostó desde el inicio por una cosmética respetuosa que contase con:
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Ingredientes ecológicos, no contaminantes ni perjudiciales para la salud.
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Envases de cristal con tapa de aluminio, reduciendo al máximo la presencia plástica.
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Envíos libres de plástico.
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Jabones sólidos y sin envase.
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Una gama de cosmética sencilla y concentrada que permita reducir el número de envases en el baño y también el número de compras (y por tanto de envases durante el año).
Nuestro concepto de belleza y bienestar es un concepto minimalista donde prima lo realmente necesario, como es estar limpios, sanos y a gusto con nosotros mismos. Las rutinas de cuidado de la piel cuanto más sencillas, mejor. La belleza natural, si es además sostenible, es aún más bella.